“Un día, sin ningún aviso previo, el guerrero descubre que
lucha sin el mismo entusiasmo que antes.
Continua haciendo todo lo que hacía, pero cada gesto parece
haber perdido sentido. En este momento, el sólo tiene una elección: continuar practicando
el buen combate. Hace sus oraciones por obligación, o por miedo, o por
cualquier otro motivo, pero no interrumpe su camino.
Sabe que el ángel de Aquel que lo inspira está dando un
paseo. El guerrero mantiene la atención concentrada en su lucha e insiste, aun
cuando todo parece inútil. Al poco tiempo el ángel regresa, y el simple rumor
de sus alas le devolverá la alegría.”
Paulo Coelho; Manual del guerrero de la luz; 23ª Edición;
Barcelona; Ed. Planeta; pág. 119.
Como mi ángel volvió, espero tenerlo contento y que no se
marche otra vez, me dé un poco de
fuerza, tiempo e inspiración para seguir publicando por aquí alguna cosa que
otra.
Y ya sabéis si alguna vez perdéis el rumbo seguid adelante,
al final todas las aguas vuelven a su cauce ;-)